El sistema cardiaco está de algún modo ligado a la alimentación, tal y como ocurre con cualquier otro aspecto de la salud. El estilo de vida también afecta en gran medida a nuestro corazón, por lo que es importante tomar una serie de decisiones y cambios en nuestra rutina para cuidar la salud del corazón.
Un estudio reunió a personas con enfermedades cardíacas para que siguieran una dieta a base de vegetales. El resultado fue esperanzador, ya que no solo consiguieron ralentizar el proceso de la enfermedad, sino que también comenzó a revertirse.
Los participantes cambiaron sus hábitos alimenticios, dejando a un lado las dietas que obstruían sus arterias. De este modo, sus cuerpos pudieron comenzar a disolver parte de la placa, abriendo arterias sin necesidad de medicamentos y sin cirugía. Cabe señalar que la mejora en el flujo sanguíneo, conectado con el músculo cardíaco, se produjo tan solo tres semanas después de empezar a comer de manera saludable.
La clave de la salud está en la alimentación
La medicina convencional puede aliviar ciertos dolores, pero normalmente no se usa para acabar con el problema de raíz. En caso de sufrir alguna enfermedad cardiaca, o incluso si estás buscando prevenir, no debes seguir alargando los malos hábitos alimenticios, tienes que poner remedio cuanto antes, con una dieta saludable y segura.
Por ejemplo, podemos volver a lesionar nuestras arterias con cada alimento poco recomendable. Es importante dejar que los procesos de curación natural de nuestro organismo nos devuelvan a la salud. El cuerpo humano es una máquina de autocuración, pero tenemos que cuidarlo de la manera adecuada, recurriendo a alimentos vegetales, sin ir más lejos.
Una dieta a base de plantas
Llama la atención el conocido caso del Sr. F.W, que padecía una enfermedad cardíaca tan grave que no alcanzaba a abrir el buzón de casa. En cambio, empezó a comer más sano y unos meses después logró escalar montañas, y practicar cualquier tipo de ejercicio físico, sin ningún tipo de dolor.
Las dietas a base de plantas pueden ser más seguras y económicas que ciertos medicamentos. Además, pueden funcionar mejor porque nos permiten tratar la causa real de la enfermedad, siempre y cuando consultes anteriormente con tu médico o dietista cuál puede ser la dieta que mejor se adapta a tus necesidades.
Referencias
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