¿Eres una de esas personas que ha visto afectada su rutina deportiva por la pandemia? Los cierres de gimnasios, el estrés al que nos sometemos y la disminución de las motivaciones ha provocado que muchas personas se desvíen de su entrenamiento.
Hoy en día, muchos de nosotros nos estamos adaptando a una nueva normalidad. Por lo general, en los últimos meses se han visto reducidas las rutinas de deporte como el fitness, la gimnasia o la natación. El momento en el que toque volver a practicar nuestros deportes favoritos puede que nos cueste encarrilar la mencionada rutina de ejercicios.
En esta ocasión, vamos a enumerar una serie de consejos que pueden ir acompañados por una suplementación saludable y natural. Los aminoácidos suelen ser importantes aliados de los deportistas, pero lo ideal sería combinar la nutrición deportiva con los siguientes consejos para volver a practicar deporte después de un descanso:
Márcate unos objetivos claros
Es importante establecer una serie de metas para aprender a comenzar a hacer ejercicio nuevamente. Por lo tanto, deberías dedicar algo de tiempo a la autoexploración y determinar qué es lo que esperas lograr y qué pasos debes seguir para conseguirlo.
El error más habitual es la definición de metas sin identificar un camino claro a seguir. No vale con “tener ganas de volver a entrenar”, piensa en lo que puedes hacer cada día marcándote una serie de rutinas y objetivos fáciles de cumplir, puede ser tan simple como se muestra en el siguiente ejemplo:
- Sacar la ropa de entrenamiento cada noche.
- Acostarte a una hora determinada y levantarte más temprano.
- Inscribirte en clases virtuales de la semana todos los domingos.
- Beber ocho vasos de agua al día para hidratarte.
Practica ejercicio de menos a más
Otra lección importante al reanudar el ejercicio es comenzar poco a poco. La memoria muscular es poderosa y volverá rápidamente a sus niveles anteriores, pero hace falta paciencia. Además, debes tener en cuenta la exposición al dolor muscular, que puede ser de aparición tardía (DOMS). No conviene darlo todo en el primer entrenamiento después de un periodo de descanso, puede perjudicar a la salud de tus músculos.
Por lo tanto, comienza de forma lenta, ampliando los tiempos o los niveles de dificultad a medida que avanzan los días. No presiones la intensidad durante los primeros días tras el regreso; por ejemplo: mantén las pesas más ligeras y los movimientos un poco más lentos.
Crea horarios y rutinas
Todo el mundo está experimentando fluctuaciones de horario, lo que nos ha obligado a cambiar ciertas rutinas. Por ello, es fundamental estudiar los tiempos frente a un calendario o una agenda, porque puede que tu tiempo libre haya variado en los últimos meses y quizás debas cambiar la hora de salir a correr o de visitar el gimnasio.
Puedes incluirlo como una cita dentro de tu agenda, es una forma visual y además hará que lo tomes como una responsabilidad. También puedes usar diferentes aplicaciones del móvil que están diseñadas para organizar tu tiempo, en el que vas a tener que hacer hueco para el deporte.
Establece un mínimo diario
No es conveniente pasarse y hacer demasiado esfuerzo o ejercicio de alta intensidad en los primero días. Sin embargo, tampoco hay que irse al otro extremo, es decir, te tendrás que poner como objetivo un mínimo diario. Probablemente, cinco minutos de entrenamiento no te ayuden a quemar muchas calorías, pero pueden servir de ayuda para construir una rutina y no dejar que pase un día sin practicar ejercicio.
Las reglas están para saltárselas, por lo que siempre va a haber un día en el que no vayas a hacer deporte porque te encuentras mal o vas a pasar el día fuera. Dentro de la normalidad, los días que no tenga ganas de hacer ejercicio, comprométete a completar esos cinco minutos de entrenamiento.
Encuentra un socio responsable
Por último, si te cuesta retomar el deporte, te recomendamos que busques a alguien que se encuentre en una situación similar a la tuya. Lo ideal sería encontrar a una persona con horario y objetivos parecidos a los tuyos, algo bastante complicado, pero no lo es tanto en algunos entornos como los polideportivos o los gimnasios en general.
Una vez que encuentres a tu “alma gemela del deporte”, trabaja con ella, será una forma eficaz de responsabilizaros mutuamente. Además, puede servir de apoyo y de ánimo, socializar es una nueva excusa para salir de casa y ponerte a hacer deporte. Por otro lado, existen aplicaciones para buscar grupos en línea o puedes optar por trabajar con un entrenador personal.
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