Un salvaescaleras o silla elevadora es un dispositivo o un sistema diseñado para ayudar a las personas mayores y a las personas con movilidad reducida a superar el desafío de subir una escalera, es decir, desplazarse y acceder cómodamente a los diferentes pisos de una casa.
Se trata de un aparato que se compone de una silla que circula a lo largo de un raíl que se instala en las escaleras, y que no requiere ningún cambio relativo a la estructura local de la casa.
El salvaescaleras eléctrico va alimentado normalmente de forma eléctrica o con una batería gracias a la ayuda de un motor. La elección de las sillas salvaescaleras depende de varios factores, por ejemplo la forma de la escalera, puesto que cada una está concebida con una estructura distinta, cosa que genera una gran diversidad en términos de tipos de salvaescaleras.
Alimentación por batería o por corriente eléctrica
Hasta hace muy poco, los salvaescaleras iban alimentados por electricidad, lo que planteaba ciertos problemas, como por ejemplo un motor ruidoso, o que el dispositivo no se pudiera utilizar en caso de corte de corriente.
Con la alimentación por batería, el motor circula de forma silenciosa y con suavidad, y además de esto, se instala fácilmente y puede utilizarse incluso en casos de corte de la luz.
No obstante, hay ciertas ventajas en el salvaescaleras por alimentación eléctrica, y es que la duración del funcionamiento es ilimitado. Se puede utilizar tanto como se desee, cosa que no es posible con la alimentación por batería.
Por tanto, el uso del salvaescaleras más de 25 veces al día, requiere sin duda un dispositivo eléctrico, puesto que la batería debe recargarse. Gracias a los nuevos inventos tecnológicos, la batería del salvaescaleras se carga simultáneamente durante su funcionamiento.
Seguridad y confort
No cabe duda que la concepción del salvaescaleras ha conocido muchas mejoras a lo largo de los últimos años. Hoy en día, todos los modelos disponen de nuevos mecanismos de seguridad, pero sobre todo de confort.
El salvaescaleras es sin duda la solución más popular. Desde hace ya un buen número de años, y permite ayudar a personas con movilidad reducida a subir las escaleras del hogar. La configuración estándar del equipamiento es un sillón fijo a unos raíles, y a lo largo de toda la longitud de la escalera.
También se utilizan mandos colocados sobre el asiento, y en las extremidades de los raíles, lo que permite hacerlo subir o bajar a distancia. Igualmente, los nuevos modelos disponen de equipamientos de seguridad, como cinturón para evitar caídas, sensores, y elementos para cortar la corriente.
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