5 pilares fundamentales de una vida con sentido

Cuesta aceptar que estamos en este mundo para cubrir necesidades básicas por un tiempo determinado. De hecho, muy pocos deben pensar así, tal vez algunos no analicen el por qué y para qué estamos aquí, pero sin duda se esmeran por llevar una vida distinta a la que observamos en los animales o las plantas. Incluso, no tenemos la certeza, pero quizá esos seres, no humanos, tengan cosas que desconocemos.

Pero acá nos concentraremos en los de nuestra misma especie, cuáles serían esos pilares fundamentales que le dan sentido a la existencia. Si nos hacemos conscientes, podremos equilibrar nuestra ocupación y alcanzar un nivel de bienestar placentero y hasta saludable. Lo mejor de todo, es que las mejoras que se logren no son únicamente de beneficio individual, sino familiar y hasta colectivo.

Lo primero que hay que comprender, sin ánimos de asustar, es que tenemos un tiempo determinado, no somos eternos, al menos en esta vida. Teniendo presente esto, sin ser fatalista, sabremos que cada instante cuenta, que el reloj de arena avanza y además no tenemos ni la más mínima idea de cuánto nos queda, así que manos a la obra.

Para que una persona perciba, crea y sienta que su vida tiene sentido, tiene que saber que no está aislado, que se desenvuelve en medio de muchas otras personas, que sus actos repercuten en aquellos que los rodean y que también se encuentra inevitablemente influenciado por otros.

Ya en contexto, veamos cuáles son esos pilares. En primer lugar, como era de esperarse, está la familia. Esa que a veces ignoramos con excusas como “debo trabajar mucho por los míos”, pero de qué nos sirve todo ese esfuerzo si no disfrutamos de ellos, a tal punto, que resulta que hay más desconocidos dentro de la casa que en la oficina.

El segundo pilar es el trabajo. Es una realidad, debemos ganarnos el sustento, pero como dice la frase “trabajar para vivir, no vivir para trabajar”. Hay algo que destacar, procura laborar en algo que te guste, que te complazca. Por otra parte, valora tus funciones, independientemente del cargo que ocupes, lo que haces es importante y otros dependen de tu eficiencia.

El tercer pilar es la sociedad. No te desligues de tu entorno, no tengas miedo de involucrarte en algún movimiento, sociedad, organización de apoyo o ayuda a otros. Cuando te ocupas de los demás, alivias tus males, hasta se hacen pequeños, mientras tu placer por tender la mano a quien lo necesite se hace inmenso.

El cuarto pilar es la salud. No te descuides, eres más útil en buenas condiciones que dejando que se acumulen los males y luego el daño sea irreversible. No acortes tu tiempo o te precipites a padecimientos prematuros. Aliméntate bien, realiza ejercicios, visita los especialistas que necesites y procura hacerles caso.

El último está constituido por tus creencias. Cualquiera sea la religión, filosofía, fe, o como le quieras llamar, nunca te sientas solo, hay algo más grande de lo que vemos. Cree en los milagros, y el fin en este mundo será un nuevo comienzo.

  • ADD YOUR COMMENT

    Este formulario recopila su nombre y correo electrónico para que podamos comunicarnos con usted. Consulte nuestra política de privacidad para más información. Doy mi consentimiento para que esta web recopile mi nombre y mi correo electrónico. *